
Cuando él llegó, ella apenas tenía una rendija de sus párpados abiertos.
Se acercó, la tomó entre sus brazos y acarició su mejilla pálida, casi transparente.
Ella sintió el tacto de su mano y abrió los ojos. Con las últimas fuerzas que le quedaban le dijo:
“Cuida ahora también de mi alma, pues el corazón ya era tuyo antes de esto”.
Después, con una sonrisa en los labios, exhaló el último aliento.
Saludos desde el Inframundo.
7 comentarios:
Ayyy.
Habrá último?
Yo creo que en algunos amores... ni la muerte...
De verdad.
Pero que mala!!!!!!!!!!!! jajajajajajajajajajaj
a mi se me han acabado, cachis!!!!!!!!! Ahora estoy estudiando un montón, a ver si saco las de septiembre!!!
Ten en cuenta la recomendación de las vacaciones, a mi me ha encantado
Y ahora que no me lee mi chico, vaya tiarrones que habia!!!!! jajajajajaja bueno, como todo, que también habia cada esperpento... jajajajajajajajajajajaja
Un beso malisima!!!!!
Q bonito.... asi thanatos q biene scribes muaks
Ishtar tiene razón, que bien escribes.
Besitos.
Sencillo, corto y directo a donde duele... me gusta
Un saludo
jajajaja, estudiar, lo que se dice estudiar..... estoy hasta el gorro!!!!!!!!!!!
Por suerte, a Marx ya le dejé atrás hace tiempo!!!!!!!!!
Que tal tus vacances??? por que ya han tocado no?????????
Un beso
Hola
Aunque a veces no diga nada, sigo pasando por aquí para cotillear y devolverte la visita.
Saludos
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